En una carretilla pone en bolsas todo lo que sabe, todo lo que cree y todas las opiniones. Encima de esos sacos mal cerrados pone el bártulo más
grande y más pesado, el que lleva todas sus fantasías y el resto de sus pensamientos. Levanta la carretilla y
la inclina desde atrás, picándola levemente sobre su rueda en la parte delantera, y así
se echa a andar. Sube cuestas empinadas, baja por estrechos tortuosos, hunde la
carretilla en charcos y pantanos infranqueables y se empapa de agua y barro
hasta las rodillas, se le hace una costra compacta y seca por el viento, que
además lo tambolea lateralmente. Algunas veces, cansado, apoya la carretilla
sobre sus patas traseras, reacomoda el equipaje y nota que algunas cosas fueron
cambiando, otras se fueron mezclando y algunas se transformaron e incluso
algunas que recordaba ahora se han caído. Aunque ninguno de los bultos se parece a lo que fueron
en el origen y el propósito se haya desnaturalizado, recupera el aliento y
sigue empujando. Al final --como todo-- se encuentra con la muerte, y sin darse cuenta en el expiro el
equipaje ya era todo una sola cosa. Ni siquiera tenía nombre.lunes, 10 de marzo de 2014
Locura
En una carretilla pone en bolsas todo lo que sabe, todo lo que cree y todas las opiniones. Encima de esos sacos mal cerrados pone el bártulo más
grande y más pesado, el que lleva todas sus fantasías y el resto de sus pensamientos. Levanta la carretilla y
la inclina desde atrás, picándola levemente sobre su rueda en la parte delantera, y así
se echa a andar. Sube cuestas empinadas, baja por estrechos tortuosos, hunde la
carretilla en charcos y pantanos infranqueables y se empapa de agua y barro
hasta las rodillas, se le hace una costra compacta y seca por el viento, que
además lo tambolea lateralmente. Algunas veces, cansado, apoya la carretilla
sobre sus patas traseras, reacomoda el equipaje y nota que algunas cosas fueron
cambiando, otras se fueron mezclando y algunas se transformaron e incluso
algunas que recordaba ahora se han caído. Aunque ninguno de los bultos se parece a lo que fueron
en el origen y el propósito se haya desnaturalizado, recupera el aliento y
sigue empujando. Al final --como todo-- se encuentra con la muerte, y sin darse cuenta en el expiro el
equipaje ya era todo una sola cosa. Ni siquiera tenía nombre.
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