domingo, 12 de mayo de 2013

Malvinas en una sola foto

Foto de Mabel Outeda, 19/6/1982

La guerra de Malvinas se puede contar de muchas maneras. Se puede contar cronológicamente escogiendo el punto de partida en 1833, o el 2 de abril de 1982, y hasta llegar al 14 de junio de ese año. Se puede basar un relato en frías estadísticas.
También se la puede narrar desde las opiniones: "Un reclamo justo en una guerra absurda", "una aventura militar de la dictadura", "una jugada política de un régimen deteriorado desde todos los puntos de vista", y hasta quienes la justifican y reivindican.
La guerra de Malvinas es como una herida que nunca termina de cerrar y siempre termina volviendo. Y los relatos son parte de ese recurrente volver.
También he visto muchas fotografías de Malvinas: chicos cagados de hambre, cagados de frío en un pozo de zorro, cagados de miedo y hasta contentos. He visto pertrechos desparramados, armas oxidadas, destruidas y amontonadas. Semblantes de mártires del espíritu nacionalista, del cementerio en Darwin y hasta del poderío militar inglés. Había visto de todo, y hasta leído el informe militar argentino sobre la derrota, los errores, las torturas y el desequilibrio mental de la junta militar[1]. También leído libros periodísticos, históricos, manuales escolares y hasta coincidentes relatos en primera persona.
Sin embargo, recién en estos últimos meses vi el resumen más perfecto de esa herida sangrante que más de tres décadas después sigue siendo la guerra de Malvinas.
La vecina madrynense Mabel Outeda, logró captar todo el significado y todos los hechos de la guerra de Malvinas en una sola foto. Fue el 19 de junio de 1982, cuando más de cuatro mil soldados argentinos llegaron al continente luego de la guerra. Entre los soldados arrimados a la puerta del camión militar y vecinos de la ciudad alcanzando una tira de pan se conecta mucho más que una baguette.
La recepción ciudadana, el emocionado beso de un soldado consciente, la desobediencia civil a una dictadura militar, la ciudad que se quedó sin pan, la llegada al continente de soldados maltratados por la guerra, cruzados por el hambre, el frío y lo que sea; la solidaridad patagónica. Hay miles de maneras de reflexionar y narrar sobre Malvinas; pero por el contenido simbólico, histórico y dramático la foto de esta vecina de Puerto Madryn la escojo porque resume mucho más de todo lo que se ha escrito, analizado, opinado y hasta incluso fotografiado. Es una fotografía que por su propio motivo seguirá volviendo, recurrentemente. 




[1] Referencia al Informe Rattenbach, un análisis militar, diplomático, histórico y político
que hicieron los militares sobre todo el desarrollo del conflicto del Atlántico Sur.