martes, 24 de junio de 2014

Carta al invierno

Invierno hagamos un trato. Simulemos que nunca nos repudiamos y que nunca contamos los días tachando almanaques, esperándonos como verdugos que uno de los dos por fin se vaya.
Invierno tengamos un plan. Coincidamos por las mañanas y extrañémonos por las noches. La tarde se la dejaremos a esas cosas intemporales que no tienen estación sino que son puro tránsito que son puro irse.
Invierno provoquemos un fuego. Un fuego curador, que seque entibie y que queme. Un fuego que te disfrace y me disfrace. Un fuego que por fin, cuando va pasando el tiempo nos abrace, que nos abrase. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.